A mediados del siglo XVIII, alrededor de un nacimiento natural de agua, se habilitó una fuente de carácter público y monumental: el Poador del Pontet. No conocemos una fecha concreta alrededor de su construcción, de la que únicamente sabemos que debió de producirse antes de 1782 (puesto que es en este momento cuando se produce la mención documental del lugar). No se ha localizado más documentación al respeto y desde la Arqueología tampoco se ha podido concretar qué fue el momento de la construcción del Poador. Pero en este contexto se nos plantea una hipótesis a partir de la observación de un elemento gráfico: el Plano de la Villa de Altea y Sus Contornos, de Francisco Ricaud, con fecha de 1740. Y no será por una mención explícita del topónimo, sino todo el contrario, el que grita la atención es la total ausencia del Poador del Pontet en este documento.
